Economía

Albox es tierra de comercio y de ruta
Su riqueza más importante es su gran capital humano, que ha sabido ir adaptándose a los nuevos tiempos. Prueba de ello es la transformación de aquellos antiguos arrieros y carreteros que recorrían con sus bestias y carruajes toda Andalucía y el Levante, en modernos transportistas de camiones de gran tonelaje que sustentan en la actualidad uno de los pilares básicos de la economía albojense.

Una economía reforzada además por una expansiva industria diversificada y por la tradición secular del comercio textil y de alimentación.

Asimismo, la puesta en marcha del Polígono industrial, la Ciudad del Transporte y la creación de modernos centros comerciales hacen presagiar un Albox mucho más próspero.

Una vez resuelto el acuciante problema de la escasez de agua potable, Albox mira con mayor confianza al futuro y puede ofrecer a los ciudadanos y visitantes una ciudad en la que la hospitalidad y buen trato se hacen consustanciales al espíritu emprendedor de sus gentes.

El suelo de Albox es muy fértil. Allí donde brota del agua, ya sea en las estribaciones de la sierra, o en las orillas de sus ramblas, aparecen insospechadas y hermosas huertas, primorosamente cultivadas, verdaderos oasis que ponen su nota de verdor en contraste con el árido paisaje circundante.

En su historia quedan patentes guerras civiles como la de los moriscos, deportaciones, terremotos e inundaciones, como la de 1973, que no han podido con un pueblo que lleva siempre tomarle el pulso a la historia y que hoy es centro de una significativa parte de la flota de camiones que lleva los productos agrícolas almerienses por toda Europa y que es el gran centro comercial de la comarca.

Herencia de un importante mercado de ganado y de un importante desarrollo de la industria alfarera (que ha llegado hasta hoy con la conocida familia de «Los Puntas»), y de la textil, que llegó a contar con más de tres centenares de telares el siglo pasado.