El folklore de nuestra tierra es eminentemente rural. Los ‘cantos y bailes reflejan, en especial, las costumbres campesinas. Las manifestaciones musicales albojenses, aunque no sean totalmente autóctonas, si tienen sus propias peculiaridades y entre ellas destacan las malagueñas, las parrandas y las sevillanas, siendo éstas últimas muy distintas de las sevillanas clásicas que conocemos, soliéndose tocar aquéllas sin letra.

Dentro de las costumbres es digna de destacar por su arraigo y tradición la de «ir al mercado», es ésta una costumbre que sobrepasa los límites normalmente locales. Nos referimos al trasiego de gentes y comerciantes venidos a esta villa desde diversos puntos de la provincia los martes de cada semana a establecer relaciones comerciales de muy diversos productos. Este entramado de compra-venta es digno de ser contemplado aunque en la actualidad haya perdido parte de su estética tradicional de bestias y ganados y el regateo de los precios.

Otra cita a la que no se puede faltar es la se la Feria de los Santos, estando ésta reconocida desde el pasado siglo por Cédula Real (¬otorgada por Femando VII en 1.829) y considerada como una de las más importantes del Sur peninsular. En tiempos pasados, se llegaba a reunir varios kilómetros de personas y animales a lo largo de la Rambla de Albox durante quince días, durante los cuáles se realizaban las más variopintas y ceremoniosas estratagemas para lograr la más provechosa compra-venta. Estas estratagemas recibían el nombre dé » tratos». Hoy en día, esta Feria ha perdido identidad, debido a que la finalidad para la que fue instituida ha desaparecido prácticamente. Aun así todavía se ven durante esos días algunas bestias y marchantes de gorra y sombrero, con el blusón negro y su «gayá» en la mano practicando el ceremonial del «trato».
Dentro de las tradiciones de carácter religioso que aún se conservan destacan las «misas de gozo», cuya antigüedad se remonta al siglo XVIII y en las que se cantan villancicos acompañados de música de panderetas, zambombas, cencerros y guitarras.
Otra tradición que también pervive y que va tomando auge es el «rosario de la aurora», también de tiempos dieciochescos y que fue introducida por los frailes franciscanos que se asentaron en aquélla época en esta villa. Este rosario se celebra en honor de la Virgen del Rosario todos los domingos y días festivos del mes de Octubre.
El Domingo de Pascua de Resurrección y los dos días siguientes se celebran las tradicionales «meriendas», en las que las gentes salen al campo con su comida campestre formada por fritas, migas, hornazos, tortillas, arroz con conejo o la típica «cuerva», orgullo de quién la haga mejor y como complemento a esta gastronomía popular tampoco se puede dejar de lado la elaboración de dulces artesanales como tortas, roscos, y turrones.
Pero sin lugar a dudas la tradición de tipo religioso más importante que se celebra es la peregrinación al Saliente iniciándose ésta en la noche del 7 al 8 de Septiembre, en la que, desde muy sitios de las provincias del Suroeste peninsular se forman numerosas romerías que van a confluir en el Santuario del Saliente para celebrar el día y la festividad de la Virgen.
En la actualidad, Albox, ostentando la más alta y estable densidad de población de toda la comarca y careciendo prácticamente de recursos naturales a causa de su adversa climatología (caracterizada ésta por la aridez, las altas temperaturas y las escasas, irregulares y torrenciales precipitaciones), es una ciudad dinámica y de numerosas iniciativas.